En más de 40 años dando vueltas por el mundo, viendo, y algunas veces jugando las canchas más famosas, llegué a la conclusión que no existe la mejor cancha del mundo, pero debo admitir también que la Ocean Course en Kiawah Island es la que más me ha impactado en términos de diseño. La PGA de América le encargó a Pete Dye la construcción de esta cancha para la Ryder Cup de 1991 y en septiembre de ese año se inauguró con el enfrentamiento entre USA y Europa, que fue además una de las Ryder más recordadas de la historia. La cancha comenzó a construirse a fines de los 80, solo una década después que Dye hiciera la Stadium Course en TPC Sawgrass, sede cada año del Players. Si bien no se parecen en nada, ambos diseños tienen algunas similitudes en el orden de los hoyos. Las dos abren cada uno de los 9 hoyos con pares 4, de los lados continúan con pares 5, las dos cierran par 5, par 3 y par 4, y en los dos trazados el 17 es el hoyo insignia. Si la isla de TPC les parece aterradora, el 17 de la Ocean Course debe ser uno de los pares 3 más difíciles del mundo. Más de 200 yardas del tee del fondo, con agua al frente y a la derecha del green, y sin ningún tipo de escape por la izquierda. Si no se quiere arriesgar hay que jugar a corta a una pequeña porción de fairway que Dye colocó apiadándose de los mortales. La cancha fue dibujada en un pantano frente al mar y la imaginación de Dye en este diseño puso de manifiesto su genialidad. El par 5 del 2 es una obra de arte, el green del 3 es fabuloso, el trayecto del 10 al 13 es increíble y los últimos 5 hoyos volviendo al house son uno de los mejores finales que me han tocado jugar. Kiawah Island es un resort ubicado a unos 45’ al sur de la ciudad de Charleston, Carolina del Sur, y cuenta con 4 canchas más diseñadas por Nicklaus, Player, Fazio y Johnston.
Ubicado frente al mar tiene todas las actividades para pasar unas muy buenas vacaciones en familia, además de ser uno de los mejores lugares del mundo para un viaje de golf con amigos. TPC es sin dudas la obra por la que Dye será recordado y el hecho que cada año la veamos por televisión le ha dado a la cancha el reconocimiento que se merece, pero la Ocean Course es para mí superior en términos de diseño. Quizás el hecho de tener el Océano Atlántico como marco le dé ese plus extra que tienen todas las canchas al lado del mar. Lo único que les sugiero cuando vayan es que elijan el tee de salida correcto de acuerdo a su hándicap. Dejen su ego en el tee del 1 porque la pueden pasar realmente mal si quieren jugar una distancia mayor a la debida. El comentario de Raymond Floyd cuando terminó de jugar la vuelta de praáctica en donde iba jugar la Ryder lo dice todo: “Menos mal que no se juega medal play porque acá no termina nadie 72 hoyos”.
