01. CHAMPION

¿Cómo explicar lo que vimos ayer por la televisión? ¿Cómo entender que alguien que pasó por el peor de los infiernos pueda ser capaz no solo de volver a ganar, sino de poder volver a pegar un golpe decente? El domingo en Boca Raton, Ángel Cabrera produjo uno de esos acontecimientos que quedarán en la historia del golf para siempre. Los dos golpes que dio en el 18 fueron de una perfección tal que los comentaristas de Golf Channel en Estados Unidos quedaron impresionados. No porque no supieran que podía pegarlos, ya lo había hecho bajo la máxima presión en Oakmont 18 años atrás, sino porque no sabían, y nosotros tampoco, si todavía quedaba algo dentro de ese hombre para volver a producir esa calidad de golpes. Cabrera salió el día final con dos de ventaja, rápido estiró la diferencia a 4, pero algunos errores propios y otros aciertos de KJ Choi dejaron las cosas igualadas con dos hoyos por jugar. Allí apareció la diferencia entre un gran jugador como lo es Choi y un pura sangre como es Cabrera. Hierro perfecto desde el tee en el 17 y un segundo golpe que dejó la bola prácticamente dada. Uno de ventaja y ahora a enfrentar el hoyo más difícil del campo. Un par 4 de 454 yardas que jugaba viento en contra y que solo había dado 8 birdies en los tres días de juego. Partió el fairway por la mitad con el driver y el hierro nunca se salió de la línea de la bandera. Cosa juzgada, porque Choi tiraba de muy lejos y Cabrera, con dos putts, se quedó con su primer título en el Champions Tour. Ahora tendrá estatus completo este año y el siguiente y jugará calendario completo. Todos conocemos su historia y, más allá de que cada uno tenga su opinión acerca del personaje, nadie puede dejar de aceptar que estamos en presencia de un jugador que aparece muy de vez en cuando. Este miércoles, en Confidencial, la última parte de la charla que tuvimos en diciembre pasado. La parte que todos esperan. Vale la pena escucharla. También vale la pena disfrutar de un jugador único.