El final del Amgen Irish Open no pudo ser mejor: el hijo pródigo volvió a la victoria después de cinco meses y lo hizo en casa. Es cierto que Rory McIlroy nació en Irlanda del Norte, pero los irlandeses lo han adoptado como propio desde hace mucho tiempo.
El campeonato tenía cinco líderes a falta de pocos hoyos y todo pareció inclinarse a favor del sueco Joakim Lagergren cuando, desde 266 yardas, dejó su approach en el 16 a metro y medio del hoyo. El águila le permitió firmar una ronda de 66 golpes y parecía todo resuelto, pero McIlroy embocó un bombazo en el 18 para águila y forzó los hoyos suplementarios.
Volvieron al 18 y ambos tuvieron chance de águila, aunque fallaron. Otra vez el par 5 final y otra vez birdie para los dos. La tercera fue la vencida: Lagergren terminó en el agua con su segundo golpe, McIlroy hizo birdie y se quedó con el título por segunda vez.
El día no había comenzado de la mejor manera para el campeón, que abrió con bogey en el 1 mientras varios arrancaban bien. Rafa Cabrera Bello hizo hoyo en uno en el 3 y Ángel Hidalgo bajaba el 1. Fue una gran semana para los españoles, porque además de estos dos —que terminaron empatados en el tercer lugar—, Ángel Ayora completó el top 5 del campeonato.
Algunas señales hacían prever que McIlroy tendría un buen día: a pesar del bogey inicial, se recuperó embocando desde 13 metros en el 2, bajó el 4 y en el 5 volvió a sorprender desde 14 metros. Al final, fue el putt lo que le dio a McIlroy su segundo Irish Open.
“Ganar el Masters y ahora el Abierto de Irlanda hacen de 2025 uno de los mejores años de mi carrera. Pero todavía falta la Ryder Cup: si podemos ganar en Estados Unidos, será un año inolvidable”, dijo el campeón.
