La cancha de Crans-sur-Sierre, enclavada en los Alpes suizos, debe ser una de las más bellas que visita cada año el DP World Tour. Esta vez, el triunfo quedó en manos del sudafricano Thriston Lawrence, que con -22 dejó a dos golpes a Matt Wallace, Rasmus Højgaard y Sami Välimäki. No todo fue sencillo.
Lawrence arrancó la ronda final con un golpe de ventaja, pero sorprendió con tres bogeys en los tres primeros hoyos. La punta pasó a manos de Wallace y Fitzpatrick, sus compañeros de partido, y le llevó un par de hoyos acomodarse. Lo logró en el 6: arriesgó desde el tee, alcanzó el green de dos y embocó desde seis metros para águila. Luego sumó birdies al 7 y 9, otro en el 10 y 12 para recuperar la punta en soledad. El 14 fue decisivo: Fitzpatrick tiró fuera de límites, Wallace al agua con su segundo, y el birdie de Lawrence lo dejó tres golpes arriba, margen suficiente para manejar el tramo final.
Mientras tanto, Wallace y Fitzpatrick peleaban no solo por el torneo, sino por impresionar a Luke Donald. Terminaron 11° y 12° en el ranking de clasificación para la Ryder, y ahora dependen del llamado del capitán.
Lawrence, en cambio, no pudo contener la emoción: casi sin palabras en la entrevista posterior, celebró un regreso soñado tras una dura experiencia en el PGA Tour, donde acabó 149° en la FedEx Cup. Su vuelta a Europa no pudo ser mejor. Quizás lo intente otra vez en 2026, pero por ahora es, con justicia, el Rey de la Montaña.
