No hay más tiempo. Llegó el jueves y la edición 125 del US Open dará comienzo a las 6:45 AM, cuando Matt Vogt por el hoyo 1 y Zac Blair por el 10 peguen los golpes que abrirán el campeonato. Oakmont volverá a recibir a los mejores del mundo, con el número 1 como favorito excluyente.
Llovió mucho la semana pasada, unos 250 mm, y el lunes llegó otra tormenta, aunque podría haber sido la última de la semana. La cancha no estará tan firme y rápida como en 2007, pero tampoco tan húmeda como en 2016. Hubo algunas modificaciones con respecto a la última vez que el US Open llegó a Oakmont. Los socios del club decidieron renovar la cancha y convocaron a Gil Hanse para hacerse cargo del trabajo.
Hay varios cambios notorios, como la zanja que cruza los hoyos 10 y 11, que antes corría por los costados de los fairways, y varios greens que poco tienen que ver con el diseño original. Sin embargo, hay nuevas posiciones de bandera que le darán a la USGA más opciones. Lo que menos me gustó de la renovación fue lo que sucedió en el hoyo 3, cuando Hanse decidió eliminar casi por completo el fondo falso que hacía que la pelota rodara hacia abajo. La recuperación desde allí era casi imposible —a Tiger le costó un doble bogey en la ronda final de 2007—, y hoy parece más fácil decidirse por el segundo golpe. Antes tenía que ser perfecto, pero da la impresión de que, ante la duda, todos decidirán pegar un palo de más, porque pasarse será mucho mejor que quedarse corto. Veremos esta semana los nuevos desafíos que presenta Oakmont luego de la renovación.
Será difícil apostar contra Scottie Scheffler, y eso es algo que quiero ver. Esta vez llega como el favorito indiscutido y será interesante ver cómo reacciona. Rahm va por la revancha de lo sucedido en el PGA, donde mostró que su juego volvió a ser el de antes. DeChambeau defiende el título, y habrá que ver la estrategia que usa en la semana. ¿Tirará con el driver en todos los hoyos, como hizo en Winged Foot, o jugará de forma más estratégica, como en Pinehurst? Creo que esta última idea podría darle mejor resultado.
McIlroy es una incógnita. Primero, porque habrá que ver cuánto de enfocado está; y segundo, porque no se lo ve con gran confianza con su driver. Los últimos tres ganadores en Oakmont (DJ, Cabrera y Els) terminaron la semana como los más largos desde el tee, y tres de los últimos cuatro campeones aquí (DJ, Els y Nelson) fueron quienes más greens acertaron.
Todo listo. A Oakmont podemos disfrutarla una vez cada muchos años. Es el US Open en una cancha como no hay otra.
