A los 28 años, Scottie Scheffler ha ganado 15 veces en el PGA Tour, incluyendo 3 majors. Solo Jack Nicklaus y Tiger Woods lograron algo similar a esa edad. Ya lo hemos dicho: las estadísticas del texano son muy parecidas a las de Tiger en sus primeros años. Cada semana nos recuerda más a lo que hacía Woods hace 25 años.
No tiene el carisma de Tiger ni su estilo impactante de juego; su personalidad es casi opuesta, pero los resultados se parecen. Scheffler ha tenido un solo profesor en su carrera: Randy Smith, quien lo entrena desde que tenía 7 años. Smith también fue coach de Justin Leonard por muchos años. Son dos swings completamente distintos, y eso habla del talento de Smith, quien no intentó cambiar a sus jugadores, sino maximizar su potencial. Pocos entrenadores pueden hacer eso: Butch Harmon es otro ejemplo.
Desde pequeño, Scheffler dominó el juego: ganó 96 de los 120 torneos juniors que jugó en Texas. Se quedó con el US Junior venciendo a Davis Riley en la final, fue figura en la Universidad de Texas, jugador del año en el Korn Ferry Tour, y aunque tardó en ganar en el circuito mayor, desde su primera victoria en Phoenix en 2022 no ha parado. Ya suma más de 100 semanas como número 1 del mundo.
El N°1 es el antihéroe perfecto. Hasta hace poco seguía manejando la misma pick-up de sus días de secundaria. Su esposa, Meredith, es su novia desde la secundaria, y evita los focos de atención. Solo se habla de él cuando compite. El domingo en Quail Hollow sumó otro trofeo. El abrazo con su esposa y el pequeño Bennett pareció eterno (mucho más genuino que el de Rory en Augusta). Sus padres también estaban allí. Todo muy normal… salvo por lo que hace dentro de una cancha de golf.
