No fue una buena cosecha para los nuestros en la edición 89 del Masters. Había expectativa por la vuelta de Ángel Cabrera, no porque se creyera que tenía chances reales, pero luego del triunfo la semana anterior en el Champions Tour, algunos se habían entusiasmado. Arrancó bien el jueves, casi hace hoyo en uno en el 4, pero enseguida llegaron los bogeys y terminó firmando 75 golpes. El viernes jugó muy temprano, no hizo birdies y los dos dobles (en los hoyos 5 y 12) terminaron con sus esperanzas de estar el fin de semana. Cabrera volvió al Masters luego de seis años y se dio el gusto de caminar por un lugar lleno de grandes recuerdos.
Rafa Campos era uno de los debutantes este año y venía haciéndolo muy bien el jueves, hasta que terminó doble bogey/bogey para 75. El viernes estaba bajo par hasta que se llevó un doble bogey en el 14, y los 73 golpes fueron apenas demasiado para poder seguir.
Vegas también volvía después de años de ausencia. Arrancó bien con 34 de ida el jueves, pero el regreso en 41 fue demasiado y quedó obligado a jugar bajo par el viernes. No mejoraron las cosas en la segunda jornada, y otro 75 hizo que el venezolano se despidiera antes de tiempo.
Los dos que sí pasaron fueron Joaquín Niemann y Nicolás Echavarría. Para el chileno, todo comenzó de la mejor manera y la idea era terminar bajo par el jueves. Los bogeys del final lo dejaron con 72, y el viernes, otra vez, arrancó bien, pero nuevamente los últimos capítulos le costaron caro.
Por el lado de Echavarría, también el comienzo fue bueno, pero el colombiano aguantó y los dos birdies al final lo dejaron bajo par en el Masters. El sábado será el día para acelerar, y todos estaremos pendientes de nuestros dos representantes.