Luego del sábado, parecía que el domingo estaba de más, pero esto es golf y hay que jugar hasta el final. Scheffler jugó los últimos cinco hoyos de la tercera ronda en -5 y pasó de estar un golpe detrás de DeChambeau a liderar por tres sobre Noren. Bryson tuvo un cierre flojo, con un doble en el 17, y Vegas también bajó su rendimiento, con dos bogeys en los últimos cuatro hoyos.
Habiendo ganado las últimas siete veces que comenzó la ronda final como líder, pocos creían que Scheffler dejaría escapar el título. Pero el domingo lo hizo interesante. No pegó bien desde el tee en los primeros nueve hoyos, y al cerrar la ida con bogey en el 9, había dos líderes en la cima. Jon Rahm no había jugado bien, pero luchó cada hoyo. Un birdie desde el cross bunker del 11 lo puso en la punta.
Los cinco golpes de diferencia se evaporaron. DeChambeau también revivió, pero entonces todo cambió. Scheffler despertó: birdie en el 10. Al mismo tiempo, Rahm hizo un gran putt en el 13, pero la pelota dio la vuelta al hoyo y no entró. Luego pegó una excelente madera 3 en el 14, pero un pique extraño la mandó al bunker. No logró el birdie. En el siguiente hoyo, otro gran tiro con el hierro 4 se fue apenas largo, y tampoco pudo descontar.
Allí se terminó todo. Scheffler bajó el 14, mientras Rahm subía el 16. Luego cerró con dos doble bogeys y se despidió del campeonato.
El final fue una placentera caminata por el parque para Scheffler, que a pesar del bogey en el 18, ganó por cinco.
