El sudafricano Garrick Higgo se quedó con el Corales Punta Cana Championship, segundo título de su carrera, en uno de los finales más increíbles que se recuerden en la historia del PGA Tour. Joel Dahmen abrió el torneo con rondas de 62-66 para ponerse al frente, pero todos sabemos que el fin de semana las cosas no son tan fáciles.
El sábado se mantuvo en la cima con una tarjeta de 71 y el domingo fueron varios los que tuvieron chances. Primero apareció Alejandro Tosti, que llegó a estar -15 con seis hoyos por jugar, pero falló un putt muy corto en el 13, a lo que le siguieron dos bogeys más. El birdie del 18 lo dejó con -13 y, en principio, sin chances de pelear por el título. Al menos, eso parecía.
Dahmen tuvo un putt de tres metros en el 12 para llegar a -18, pero lo falló y enseguida hizo bogey en el siguiente. Todavía iba adelante cuando llegó al tee del 16 y allí falló el green con un wedge, sumando otro bogey. Delante de él, Higgo y Thorbjørnsen llegaban al tee del 18 con -14, y Dahmen aún mantenía un golpe de ventaja.
Acertó el green del 17, pegó un buen primer putt y dejó su bola a 40 cm del hoyo. Marcó, repuso y, en forma increíble, falló el siguiente para par. Triple empate en la punta. Thorbjørnsen hizo bogey en el 18 tirando el segundo golpe con el sand wedge, mientras que Higgo tenía un putt de dos metros para birdie. Pegó uno de los peores putts de su vida y se fue con par.
Tenía que esperar por Dahmen, que otra vez jugaba un wedge como segundo golpe en el hoyo final. Otro mal golpe, green fallado, mal approach y el putt de tres metros que no entró.
Por segunda vez en su carrera, Higgo gana un torneo del Tour esperando por el resto. La primera vez el “obsequio” se lo hizo Keegan Bradley en el Palmetto Championship. Esta vez, Dahmen tendrá que reponerse de una durísima derrota.
