Siempre sucede en los majors: algunos nombres que llegan como candidatos terminan viendo el final del torneo desde sus casas. Este PGA Championship no fue la excepción.
Podemos comenzar por uno que llegaba como gran favorito. Justin Thomas tuvo un jueves para el olvido y, aunque logró rescatar la ronda al final, el viernes tampoco estuvo fino. El campeón de este mismo torneo en 2017, en Quail Hollow, sigue mostrando inconsistencias desde el tee y con el putter, pasando de embocar mucho (como en Hilton Head) a embocar muy poco.
Jordan Spieth deberá seguir esperando para completar el Grand Slam. Otro que alterna buenas y malas y necesita mejorar sus hierros si quiere volver a su mejor nivel. Matsuyama hace tiempo perdió el rumbo, lo mismo que Aberg, que después de ganar en Torrey Pines solo mostró su buen nivel en Augusta. Justin Rose, tras perder el desempate en Augusta, tampoco volvió a jugar bien. Min Woo Lee, Rickie Fowler, Patrick Cantlay, Sungjae Im, Jason Day fueron otros nombres importantes que no tuvieron una buena semana. Tampoco pasaron algunas de las figuras del LIV, aunque ya hace rato que no vienen mostrando buen nivel. Allí están Dustin Johnson, Brooks Koepka, Cameron Smith y Patrick Reed. Este último, tras su gran Masters, parecía estar recuperando el nivel, pero en Quail Hollow su juego no apareció.