03. NADA CAMBIÓ

Europa 8.5 vs USA 3.5

Solo un cambio para que nada cambie. Keegan Bradley decidió cambiarle el compañero a Bryson DeChambeau y sustituyó a Justin Thomas por Cameron Young, que había jugado a gran nivel el viernes por la tarde. Le vino bien el cambio a los locales, que a partir del hoyo 7 dominaron el partido que hasta ese momento estaba igualado. Fue el primer punto para el científico en la semana y su primera victoria en golpes alternados. No duró mucho más la alegría de los americanos.

McIlroy y Fleetwood estuvieron otra vez intratables frente a English y Morikawa. Habían jugado los primeros 13 hoyos en 7 bajo par y estaban 4 arriba. Se desconcentró McIlroy en el 14, me dio la impresión de que lo quiso terminar ahí: la pasó metro y medio con el putt para birdie, Fleetwood falló para par y perdieron el hoyo. El tema fue que también perdieron el 15, pero McIlroy pegó un golpe perfecto desde el rough de la derecha en el 16 y cerraron allí el partido.

Rahm y Hatton arrancaron con todo y se pusieron 2 arriba al tee del 3, pero Cantlay y Schauffele se recuperaron e igualaron el match luego del 7. En el 8 se produjo el quiebre del partido. Cantlay falló el green y Hatton lo hizo mucho peor, dejando al español con los pies en el bunker, la pelota a la altura de sus pantorrillas, a 10 metros del green y con la bandera muy cerca de ese borde. Evidentemente, el hecho de ser español ayuda para estos golpes en la Ryder y Rahm produjo el golpe del campeonato embocándola como si fuera un putter. A partir de ese momento fue un festival de approach y putt de los europeos, que ganaron en el 16. Como dato curioso: Rahm pegó solo 2 putts en todo el día.

El último partido llegó al 18 para alegría de los que esperaban en la tribuna. Se pusieron al frente rápido MacIntyre y Hovland, pero Scheffler y Henley igualaron las cosas con 5 por jugar. Allí el escocés pegó un golpe fenomenal y el birdie los volvió a poner arriba. Llegaron al 17 y Hovland la dejó a más de 30 pasos del hoyo y su compañero la pasó 4 metros con el primer putt. Hay momentos que cambian un partido y que hasta cambian o confirman el destino de una Ryder. Hovland tenía que embocar para llegar arriba al 18 y asegurar que Europa ganaba otra vez la sesión. Si fallaba, hasta podía terminar empatada la mañana, pero el noruego la desapareció por el borde bueno y mantuvo la ventaja. En el 18 Scheffler pegó uno de los peores golpes de su vida: desde 116 yardas y con perfecto ángulo desde el fairway, le dio pesada y por la derecha. Hovland la subió al green y cuando Henley no embocó, Europa volvía a repetir el 3-1 del primer día. La ventaja era ahora de 5 puntos en favor de los visitantes, que dejaban la sensación de estar jugando mucho mejor. Estados Unidos necesitaba arrasar los fourballs de la tarde para tratar de achicar y no quedar tan lejos.

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