04. LA CANCHA

La sede de la Ryder Cup se conoce con muchos años de anticipación y, cuando el capitán es designado para la siguiente ocasión, empieza un proceso que lleva año y medio hasta la fecha de los matches. Una de las cosas que tiene a su cargo el capitán local es decidir cómo quiere presentada la cancha: velocidad de greens, altura de corte de los fairways, largo del rough, etc. En este caso, Keegan Bradley, siguiendo el consejo de los gurús, pidió que se bajara el rough y que los greens estuvieran rápidos. Lo primero es fácil de lograr, pero lo segundo muchas veces depende de la lluvia.

Bethpage Black es conocida por su gran dificultad. Un monstruo de cancha de golf, en donde todo es enorme, que intimida al jugador y creo que la única cancha del mundo que tiene un cartel en el tee del 1 advirtiendo de la dificultad. No se puede disfrazar a una cancha de golf de lo que no es. El público local, ese que juega y sufre la cancha varios días por semana, miraba sorprendido el martes cuando pudieron entrar y ver cómo el monstruo se había transformado en un gatito. Para colmo, el jueves llovió —no mucho, pero llovió—, y el viernes los greens estaban lentos y muy blandos. Se decidió que jugaran con lie mejorado ese primer día, pero lo que más sorprendió fue que los greens siguieron blandos hasta el domingo, a pesar de haber tenido 3 días de sol seguidos.

Todo el mundo coincidió en que fue un error la presentación de la cancha de esa forma, y el mismo Bradley lo admitió el domingo a la noche en la conferencia de prensa posterior: “tuve que haber seguido mi instinto”, dando a entender que él la quería de otra manera, pero se dejó convencer.

No era muy difícil de adivinar cómo debía estar Bethpage o cualquier otra cancha en donde los locales fueran los americanos. El ranking mundial decía en los papeles que eran superiores a los europeos (sin contar los jugadores del LIV), y si esto era así, los mejores tendrán siempre más ventaja cuanto más difícil sea el desafío. Hicieron todo lo contrario: la pusieron más fácil que nunca, se transformó en un pitch & putt y los europeos se hicieron una fiesta. ¿Hubiera cambiado si el rough hubiese estado como siempre en Bethpage y los greens firmes y rápidos? Es una respuesta que nadie tendrá jamás, pero creo que erraron en la presentación de la cancha. Una pena, porque es un gran trazado que necesita del rough para mostrar las uñas.

Recomendar a un amigo:

Share the Post:

Related Posts

07. CORTITAS

Horschel: El veterano de 16 temporadas —y que no se calla nunca— opinó sobre la Ryder Cup: “Nunca jugué una

Read More
Enviar o recomendar: