La historia comenzó hace unos 5 años cuando todavía el golf profesional gozaba de buena salud en el mundo. No digo que hoy esté enfermo, pero la fractura que se produjo en 2022 no cabe duda de que algún daño le ha hecho. La idea surgió de la mente de un ex presidente de NBC Sports, Mike McCarley, que seguramente vio el éxito del golf indoor en los países nórdicos, para empezar a pensar en una liga de este estilo. Empezó a darle forma a la idea, sumó a Tiger Woods y Rory McIlroy al proyecto y lo presentó en el PGA Tour. Rápidamente los ejecutivos de Ponte Vedra vieron el potencial que este nuevo emprendimiento tenía y se subieron a la aventura. Se construyó un estadio en Palm Beach Gardens, un especie de domo que debió ser inaugurado en 2024, pero que una tormenta muy fuerte derrumbó e hizo que la liga viera demorado su estreno un año. Hice el viaje para estar en la primera jornada de la TGL (Tomorrow Golf League) porque tenía curiosidad de ver el producto en vivo y porque además, quería ver el estadio desde dentro. Les puedo asegurar dos cosas: la primera es que el domo que armaron es sencillamente increíble, y la segunda es que se ve mucho mejor por televisión que en vivo. Una pantalla gigante de más de 20 metros de ancho por 15 de alto, dos plataformas de juego dependiendo de la distancia desde la cual se juegue, pasto natural, que se cambia para cada fecha, desde donde los jugadores pegan y cada una de ellas con una zona de pasto cortado como fairway, otra de rough y una de arena por si terminan en algún bunker del fairway. Cuando la pelota descansa en el green o en sus alrededores, los jugadores se mueven a otro sector en donde está el green de pasto sintético, que tiene un sistema que le permite cambiar las caídas en cada hoyo. Hay también allí bunkers por si alguno falló el green.
No los voy a aburrir con la tecnología y sí decirles que había 6 equipos de 4 jugadores cada uno (juegan 3 de los 4 en cada match), que cada uno de esos equipos fue vendido a diferentes inversores en 25 millones de dólares, que la liga comenzó en enero y termino la semana pasada, que se juega lunes o martes a la noche, que el formato de juego es muy original (match play con golpes alternados de los tres durante 9 hoyos y 6 capítulos más de individuales), que se juega todos contra todos y que los 4 mejores pasan a las semifinales. La final enfrentó a Atlanta con New York, resultando ganador Atlanta integrado por Billy Horschel, Justin Thomas, Patrick Cantlay y Lucas Glover, que se llevaron el trofeo y un importante cheque (la bolsa total era de 21 millones de dólares), y que en definitiva el primer año de la liga fue un éxito.
Transmitida en horario central por ESPN dentro de los Estados Unidos y con la presencia de Tiger Woods el éxito estaba asegurado. Sus ratings al comienzo fueron muy altos, fueron decayendo lógicamente a medida que pasaban las semanas, pero que promedió a lo largo de los tres meses números que dejaron a todos contentos. Habrá más temporadas de TGL, quizás veamos algunas modificaciones en los equipos, y no se extrañen si aparecen jugadoras de la LPGA en algunos de ellos. No hay que mirar esto con los ojos de los golfistas tradicionales. Esto es un show armado para la televisión, en una época del año en donde el 90% de los golfistas de USA no pueden jugar porque sus canchas están tapadas de nieve. A las 7 de la tarde y sin poder salir de tu casa, prender la tele y ver golf un lunes a la noche es siempre un buen programa.
