La semana pasada se hicieron públicos algunos datos vinculados a la operación del LIV Tour. El circuito financiado por el Public Investment Fund (PIF) tiene dos entidades diferentes que gestionan el golf profesional. Una de ellas está ubicada en Londres, se ocupa de los torneos fuera de Estados Unidos y, por su figura legal, debe hacer públicos sus registros. La otra, de carácter privado, tiene a su cargo la operación de los torneos dentro de EE.UU., y no ha hecho públicos sus números.
Lo cierto es que la oficina de Londres registró en 2024 una pérdida de 460 millones de dólares por los torneos fuera de EE.UU. Esta cifra no contempla los pagos a los jugadores por sus contratos, tema que depende de la oficina estadounidense. Los entendidos en el tema estiman que, entre ambas entidades, el rojo total habría rondado los 1.400 millones de dólares durante 2024.
