Cuando se anunció hace más de 15 años que el golf volvía a ser deporte olímpico, todos nos alegramos y, al mismo tiempo, nos extrañó que no hubiera competencia por equipos. Pero como lo importante era volver a meter al golf en los JJ.OO., nadie se hizo mucho problema. Pasó aquel primer juego olímpico y a todos les quedó claro que hacía falta una competencia por equipos. A todos, menos al Comité Olímpico Internacional, que, a pesar de todas las sugerencias de las organizaciones que rigen el golf mundial, se mantuvo firme en su postura.
Pasaron Tokio y París, y finalmente la noticia llegó: el Comité Olímpico Internacional anunció una competencia mixta para Los Ángeles 2028. Como ha venido sucediendo, la primera semana jugarán los hombres, la segunda lo harán las damas, y en el medio habrá una competencia mixta de dos días. Una dama y un caballero del mismo país, de los que estén clasificados para los JJ. OO., jugarán una ronda de best ball y una ronda de golpes alternados, en la que habrá medallas en juego.
Debo admitir que no es lo que más me gusta y que parece metido con fórceps en medio de las otras dos competencias, pero es un paso adelante. Entiendo que la televisión manda, pero a mí me gustaría ver a mujeres y hombres jugando la misma semana, que cada país designe un equipo y que haya una competencia por equipos mixtos con la modalidad aggregate. Así, al final de los 72 hoyos, tendríamos ganadores en damas, caballeros y mixto.
La cantidad de jugadores no sería un problema, porque con el límite de 60 que clasifican por ranking mundial no habría inconvenientes de capacidad de cancha. Riviera Country Club, sede cada año del Genesis Invitational, será la sede del golf olímpico, y allí tendremos la primera competencia por equipos. Bienvenida.