La Ryder Cup cansa. No es el cansancio físico que producen los dos días seguidos de 36 hoyos, sino el desgaste mental que sufren los jugadores que participan de las 4 sesiones de los primeros dos días. Los que pasan por eso y vuelven el domingo a jugar los individuales llegan con nada en el tanque, y eso quedó otra vez en evidencia en Bethpage.
Hubo 6 jugadores que participaron en todas las sesiones de viernes y sábado. Solo uno ganó el domingo, y le ganó a otro que también había jugado todos los partidos. Fueron tres por bando: DeChambeau, Scheffler y Cantlay del lado de USA, y Rahm, McIlroy y Fleetwood del lado europeo.
Scheffler le ganó a McIlroy en el 18 y ambos coincidieron en que el nivel de juego había sido malo y que estaban extenuados. DeChambeau hizo un esfuerzo épico para levantar un 5 abajo que traía con Fitzpatrick. Creo que el hecho de que Young y Thomas adelante levantaran también sus partidos le dio fuerzas al Científico para intentar lo imposible. Al final fue empate. Rahm perdió de mala manera con Schauffele en el 15, sin jugar al mismo nivel de los primeros dos días, y Fleetwood cayó ante Thomas en el 18. Ludvig Åberg ganó el único partido para Europa el domingo, y lo hizo sobre un Cantlay que no jugó nada bien. No creo que vuelva a darse que un equipo que gana solo un match el domingo termine ganando la Ryder Cup.
Estas semanas de match play por equipos te dejan sin energía, y por eso me sorprende mucho que Hatton, Fitzpatrick, MacIntyre y Fleetwood estén en St. Andrews esta semana.
