10 Años

Emiliano Grillo está terminando su décima temporada completa en el PGA Tour, y creo que es un buen momento para hacer un repaso de lo que considero una muy buena carrera.

Creo que este repaso debe comenzar bastante antes de aquel primer triunfo en 2015, porque su camino empezó el día en que decidió hacer la valija y partir hacia la academia de IMG en Florida. Ese, diría, fue el momento en que este chaqueño dio el primer paso para transformarse en el jugador que es hoy. Llegó a Estados Unidos para competir con los mejores juniors de ese país, y allí se encontró con nombres como Jordan Spieth, Michael Kim, Justin Thomas, Daniel Berger, Xander Schauffele, entre otros. Compitiendo con esa calidad de jugadores encontró su verdadero nivel.

No solo esa competencia le sirvió para conocer a sus rivales del futuro, sino que además hizo que, cuando llegó al tour mayor en 2015, el entorno no le resultara extraño. Tenía muchos conocidos allí, a los cuales ya les había ganado en su época de juveniles, y ese encontrarse con viejas caras conocidas hizo que su adaptación al PGA Tour no fuera el fuerte golpe que muchos de nuestros jugadores jamás logran superar.

No fue todo fácil para Grillo, que en aquel primer intento de clasificar al tour quedó eliminado en la primera etapa. Europa, que no estaba en sus planes, pasó a ser su mejor opción, y con mucho esfuerzo consiguió la tarjeta para jugar en el European Tour en 2012. Tiempo después, charlando con Grillo, me diría que ese tiempo en Europa fue lo mejor que le pudo haber pasado en su carrera.

La primera temporada es siempre difícil, porque armar el calendario no es sencillo: el jugador no sabe muchas veces si entra o no a los torneos. Así llegó apretado al final de la temporada, pero logró salvar la tarjeta gracias a un buen resultado en la Dunhill y un formidable top 5 en Australia, con el que aseguró sus privilegios para el año siguiente.

Jugó en Europa hasta 2015. Tuvo alguna chance de ganar, pero no pudo cerrar un torneo en Sudáfrica que se le presentaba muy propicio de cara a la ronda final. En 2014 ganó el Visa Open de Argentina, y con ese triunfo llegó la invitación para jugar el Puerto Rico Open de 2015, donde se le escapó una enorme oportunidad. Solo necesitaba hacer par en el hoyo 72 para ganar, lograr en forma automática la tarjeta del tour y tener dos años completos de circuito. El par 5 final no presentaba grandes dificultades, pero falló un corto putt para par y tuvo que ir a un desempate que terminó en manos de Alex Cejka.

Frustrado, volvió a Europa, pero ese segundo lugar le dio los puntos suficientes en la FedEx Cup para poder disputar las finales de ese año. Allí terminó 8º en el primer torneo, 2º en el siguiente, falló el corte en el tercero, y el primer triunfo llegó en el Tour Championship de ese año, cuando embocó un putt de seis metros en el hoyo final para ganar por uno. Ahora era jugador del PGA Tour y, en un par de semanas, haría su debut.

La presentación no pudo ser mejor: luego de embocar de lejos en el hoyo final para birdie, derrotó a Kevin Na en un desempate. En poco menos de quince días había ganado en el Korn Ferry Tour y en el PGA Tour. Ese fue el comienzo de diez temporadas en las que jamás perdió su tarjeta, en donde tuvo buenos y malos momentos, como todos: finalizó con diploma olímpico en Río 2016, formó parte del equipo de la Presidents Cup en 2017, sufrió con un putter que muchas veces no colaboró, atravesó un divorcio, un segundo casamiento que le trajo a su primer hijo, y una segunda victoria que tardó más de la cuenta en llegar, pero que finalmente se produjo en Colonial, en 2023.

Y algunos números muestran la solidez de un jugador excepcional:
En sus diez temporadas en el tour, Grillo ha ganado más de 25 millones de dólares en premios, cifra que lo ubica alrededor del puesto 75 en la historia del circuito. Pero lo más importante, para mí, ha sido su consistencia a lo largo de los años. Su peor temporada en cuanto a promedio de score fue la segunda (2016/17), con 70,88; mientras que su mejor año fue 2020/21, con un promedio de 69,70.

Siempre se puede ganar más, siempre se puede practicar más, siempre se puede ser mejor. Pero creo que debemos valorar lo que ha hecho este jugador a lo largo de su carrera. Grillo ha sido el primer argentino en mantenerse tanto tiempo en la élite del golf mundial, y eso no ha sido solo gracias a su talento.

Grillo hizo la valija y dejó el confort de su Chaco natal para instalarse, a los 15 años, en un mundo que no conocía, pero en el que sabía que debía probarse para mejorar su golf. Allí se hizo, y es en ese mismo medio en donde hoy está instalado hace ya diez años.

Creo que debemos disfrutar de un gran jugador y valorar todo lo que ha logrado a lo largo de su carrera.

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