Muchas de las publicaciones que se dedican a rankear las mejores canchas del mundo tienen su origen en USA y uno puede entender porqué quizás Royal County Down tardó en obtener reconocimiento. Hasta hace unos 40 años la falta de difusión, no tener torneos importantes y los temas políticos que hacían la visita a Irlanda del Norte algo no habitual eran quizás los motivos por no tener a esta maravilla mejor considerada. Ya saben que no soy fan de los rankings de canchas de golf, pero Royal County Down es una de las joyas que hay que visitar para poder entender y disfrutar de un gran trazado.
Los primeros 9 hoyos son una obra de arte y no hay un solo hoyo “malo”. La extraña conjunción del mar con la montaña hace que cuando uno llega al tee del 4 las vistas sean totalmente únicas. Algunos golpes de salida como el 2 y 3, semi ciegos desde las dunas viendo el mar, son fabulosos. En el par 3 del 4 de 215 yardas se empieza a pegar la vuelta al house y las vistas a las montañas son exquisitas. El corto 7, que también enfrenta a las montañas de Mourne es un lindo desafío. El 8 con su pequeño green lo hace uno de los más complicados, mientras que el 9, uno de los más fotografiados del mundo, tiene un pronunciado salto de nivel hacia abajo. Elegir el tee de salida es la clave en este hoyo. Yo no lo hice y no llegué a bajar al fairway. Es tan increíble la ida en donde el mar está presente en todos los hoyos, que uno puede decepcionarse con los segundos 9. Prestando atención, aquí también hay hoyos fantásticos como el difícil 15 donde el fin del fairway hace del golpe de salida algo milimétrico y el corto 16 donde con el equipamiento moderno uno puede llegar al green con el golpe de salida.
Si este año tienen planeado ir al Open que se juega en Royal Portrush, también Irlanda del Norte, o simplemente tienen pensado su viaje con amigos por esa zona, Royal County Down es una de esas canchas que no se pueden dejar de visitar.
