El final del BMW Championship marcó el cierre de la etapa clasificatoria para el equipo de Estados Unidos de cara a la próxima Ryder Cup. Los seis primeros en ese ranking ya tienen su lugar asegurado, mientras que los otros seis serán anunciados en unos días por el capitán Keegan Bradley. Los seis nombres que estarán seguros en Bethpage son Scottie Scheffler, J.J. Spaun, Xander Schauffele, Russell Henley, Harris English y Bryson DeChambeau. Gran mérito de BDC, que solo sumó puntos en los majors y aun así logró meterse entre los seis.
Detrás en el ranking aparecen Justin Thomas, Collin Morikawa, Ben Griffin, Maverick McNealy, el propio Keegan Bradley, Brian Harman, y luego Novak, Young, Cantlay, Burns, Clark, Glover, Bhatia y Gotterup. Como se estarán dando cuenta, el capitán Bradley no la tiene nada fácil.
Y no solo no la tiene fácil para decidir a quién llevar, sino que, a juzgar por los nombres, parece que tampoco la tendrá sencilla pensando en los matches de septiembre. Empecemos por los que no están —y que difícilmente estén—. Rickie Fowler estuvo cerca de llegar a Atlanta y quizás eso lo hubiera puesto en consideración, pero al quedar fuera del top 30 y en el puesto 30 del ranking de la Ryder, su presencia no parece probable. Jordan Spieth ni siquiera se metió en el BMW Championship y terminó 32° en el ranking de la Ryder Cup, otro nombre importante que quedaría al margen. Tony Finau y Max Homa, presentes en Roma 2023, tuvieron temporadas flojísimas y no hay forma de que integren el equipo. Lo mismo sucede con Brooks Koepka, que tampoco mostró nada en el LIV tras aquel PGA Championship de 2023. Patrick Cantlay también estuvo en Italia, pero su pelea eterna con el putter y un 2025 discreto lo complican. El último de los que jugó en Roma y aparece en el radar es Brian Harman, 12° en el ranking. Ganó en Texas la semana previa al Masters, fue 3° en Hilton Head y 10° en el Open. Podría estar en la mira de Bradley, aunque Bethpage es un monstruo largo y Harman no se caracteriza precisamente por su potencia.
Dicho esto, parece claro que Thomas y Morikawa, séptimo y octavo del ranking, serán parte del equipo. No creo que Bradley los deje afuera: aunque Morikawa no ha brillado últimamente, ambos son nombres más que confiables cuando se trata de soportar la presión de la Ryder Cup. Eso dejaría cuatro lugares libres para completar el equipo.
Muchos creen que Bradley debería jugar, algo con lo que coincido, pero habrá que ver qué decide. Él mismo dijo que si no clasificaba en forma automática no se iba a autoelegir. Una opción sería que juegue solo los individuales del domingo, evitando la carga extra de armar parejas en los primeros dos días mientras compite. También podría decidir jugar y ceder la capitanía a alguno de sus vicecapitanes, lo que suena bastante lógico. En la Presidents Cup pasada, Bradley era vice de Furyk, y cuando logró clasificar, el propio Furyk le pidió que se dedicara solo a jugar.
Si Bradley juega, quedarán tres lugares por cubrir. McNealy terminó en gran nivel, Cameron Young llega con una victoria reciente y con el antecedente de haber ganado el New York Open en Bethpage Black siendo amateur. Burns, que tuvo un gran BMW y además es el preferido de Scheffler, también tiene sus chances.
Será interesante ver qué decisiones toma Bradley para un equipo estadounidense que, por primera vez en la historia, llega a una Ryder en casa sin ser el favorito. El público de Nueva York será el jugador número 13, un empuje extra que sin dudas ayudará. Solo resta saber si alcanzará.
