Oportunidad Perdida

Muchos de Uds tendrán memoria y recordaraán los viejos tiempos del European Tour en donde cada semana un enorme número de grandes figuras le daban vida al circuito. Hace años el tour entró en una marcada decadencia, decadencia que la pandemia terminó de acentuar. Muy lejos quedaron los años dorados de los 80/90 en donde Ballesteros, Langer, Faldo, Lyle, Olazábal, Woosnam, Montgomerie, Westwwod y muchos más nos entregaban cada semana golf de altísimo nivel. Es cierto que la llegada de Tiger Woods al PGA Tour a mediados de los 90 hizo que las bolsas crecieran en forma desmedida de este lado del Atlántico, hecho que hizo que los grandes nombres de Europa decidieran de a poco mudarse a USA para competir más a menudo allí y menos en el tour del viejo continente. El poderío económico de Estados Unidos marcó una diferencia demasiado grande con Europa y el declive empezó a notarse cada vez más. Luego de la pandemia el ahora llamado DP World Tour quedó herido de gravedad y solo la Ryder Cup lo mantiene vivo. Muchos viejos conocedores del circuito le echan la culpa al comisionado Keith Pelly por malas estrategias durante su mandato, lo cual es muy posible que así sea, pero había que ser un mago para poder pelear contra el PGA Tour.

La historia bien pudo haber sido diferente si el PIF (Public InvestmentFund, fondo soberano Saudí) hubiera hecho una oferta por el DP WorldTour. Por la décima parte de lo que llevan gastados en el LIV Tour se hubieran quedado con el circuito y hubieran sido socios del PGA Tour (estos son dueños de una parte del circuito), objetivo principal de Al Rumayyan y sus asociados. El LIV está entrando en su cuarto año de vida y ha quedado claro que por ahora no ha tenido un gran impacto en el golf mundial. En muchos de los lugares que visita la convocatoria de público es muy buena, pero en el aspecto televisivo y de difusión ha fracasado en forma rotunda. Habrán visto en uno de los artículos de esta semana lo pobre de los números de los ratings dentro de Estados Unidos, algo que ha sido un fiel reflejo del bajo encendido en las distintas plataformas de streaming por donde se pueden ver los eventos del LIV.

No tengo dudas que todo sería muy distinto si los torneos en lugar de jugarse por 2 millones de euros se jugaran por 10, si los mejores torneos de Europa (Irlanda, Escocia, Valderrama, Francia, etc), tuvieran bolsas de 15 o 20 millones. Todo esto haría que las mejores figuras de Europa no se vean tentadas a mudarse a USA, el tour mejoraría su nivel, más y más jóvenes se verían tentados de jugar en su tour, y la rivalidad con el PGA Tour crecería hasta hacerla más entretenida para los golfistas. Todos ganarían, incluyendo el PIF que hubiera tenido que invertir mucho menos dinero del que gastó hasta ahora, y hubiera tenido un retorno mucho más rápido de su inversión.

Se perdió una gran oportunidad que hubiera sido mucho mejor para todas las partes. Fundamentalmente para el golf.

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