Amigos golfistas, aquí estamos de nuevo con nuestro Golf los Lunes de cada semana. Para ser sincero, no sé por qué dejamos de producir nuestro boletín semanal allá por finales de 2020, pero evidentemente la pandemia nos había pegado fuerte. En estos años que nos ausentamos de sus casillas de correo, pasaron algunas cositas en el mundo del golf, pero les prometo que no los voy a aburrir con la novela del conflicto entre el PGA Tour y el LIV. Lo que sí les quiero dejar en claro, y algún día con más tiempo lo vamos a analizar, es que no tengo nada en contra del LIV. Cada uno tiene derecho a hacer con su dinero lo que mejor le parezca, que si a alguien le sobran 10 mil millones de dólares, tiene todo el derecho del mundo de invertirlos en un tour de golf profesional. Quizás esta era la única manera que tenían para poder ingresar como socios del PGA Tour en el negocio grande del golf. Algunas declaraciones de los jugadores que dejaron el tour fueron de una hipocresía alarmante. La verdad es que a nadie de los involucrados les interesa hacer crecer el golf, y solo les interesa hacer crecer sus cuentas bancarias. Aquellas declaraciones de «me voy al LIV para estar más tiempo con mi familia» fueron un terrible verso, y varias cosas más que, con más tiempo, iremos desmenuzando cuando todo se aclare.
Parecía que no faltaba mucho para que el acuerdo fuera anunciado y que, durante la semana del Players, se haría oficial, pero todo se enfrió. Cuentan en los pasillos del clubhouse del TPC que, durante la última reunión en la Casa Blanca, en la que participaron el presidente Trump, el comisionado Monahan, Tiger, Scott y un enviado del PIF, este último dijo algunas cosas que no cayeron bien, y el acuerdo que parecía listo se ha vuelto a demorar. Como les decía, la novela continúa y habrá que seguir esperando.
Habiendo dicho esto, vamos a lo importante: el golf goza de muy buena salud. No el golf profesional, sino el golf que usted y yo jugamos cada día. La pandemia, que tuvo un efecto devastador en muchísimos ámbitos de la humanidad, tuvo un efecto altamente positivo en el golf. En Argentina, por ejemplo, había muchos clubes en serio peligro de extinción por la falta de socios, y hoy no solo gozan de muy buena salud, sino que hasta han tenido que cerrar sus puertas a nuevos postulantes por un problema de capacidad. La pandemia nos hizo cambiar de hábitos, nos hizo ver algunas cosas que estaban ocultas, y una de ellas fue la de estar más tiempo al aire libre. Como resultado, el golf se vio beneficiado.
La cantidad de golfistas en el mundo creció un 15% del 2019 a fines del 2021, la cantidad de rondas de golf jugadas en los años posteriores a la pandemia ha crecido cada año dentro de Estados Unidos a un ritmo inusual, las fábricas de palos y pelotas no dan abasto (Titleist tuvo un momento en que su planta de pelotas trabajaba en tres turnos), y toda la industria se ha visto beneficiada. La mejor muestra de esto es el PGA Show, que cada año se celebra en Orlando y que, en 2025, volvió a batir récords de expositores y visitantes.
Por eso, amigo lector, le pido que no se enganche con el culebrón del golf profesional, porque en el fondo es un problema de plata que ni a usted ni a mí nos beneficia. Por supuesto que queremos ver en la tele a todos los mejores jugando cada fin de semana, pero eso no nos va a cambiar el humor. Lo que realmente importa es que siga jugando el partido con sus amigos, que siga llegando al tee del 1 con la ilusión de que ese será el día que encuentre la solución en su swing o que le hará par a ese hoyo que lo tiene alquilado, que siga yendo a tomar la clase con su profesor pensando que se va a ir de allí siendo un mejor jugador, que siga planeando su próximo viaje de golf con amigos y que siga disfrutando de cada caminata por cualquiera de los miles de campos de golf que existen. Porque cualquiera de estos días será en el que finalmente baje el 100, el 90, el 80 o quizás baje el par. La pandemia nos dejó algunas enseñanzas, y una de ellas fue que hay que jugar más al golf. Estamos de vuelta con Golf los Lunes y esto también es una buena noticia.